Aunque al principio la gestión de los gastos personales en la adolescencia parece desalentadora, en realidad es el año ideal para desarrollar prácticas financieras sensatas. Aprender a manejar el dinero ahora te prepara para la libertad financiera más adelante, ya sea ahorrando para tus zapatillas preferidas, manejando el dinero del almuerzo o haciendo un seguimiento de tus conexiones a Internet.
Estas son algunas estrategias factibles que los adolescentes pueden utilizar para controlar sus propios gastos sin volverse locos.

1. Empezar con un presupuesto,
El primer paso suele ser hacer un seguimiento de tus ingresos y gastos. Anótalo todo, independientemente de tu asignación mensual, los ingresos de tu trabajo a tiempo parcial o algún que otro recibo de regalo en metálico. Vea por dónde viaja su dinero con una hoja de cálculo o una aplicación de notas. Esta práctica te permitirá distinguir entre lo que es absolutamente necesario -como el material escolar- de lo que es solo un impulso -como tu tercer batido de la semana-.
2. Utiliza los sistemas de pago en línea
El dinero en efectivo ya no es el rey; lo inteligente es más importante. Aprender a gestionar los pagos digitales es crucial si las compras y suscripciones online son la norma. Los adolescentes de hoy pueden investigar sitios seguros con ajustes limitados, notificaciones e incluso alternativas de gasto regulado para ayudarles a gestionar su dinero.
Mientras que algunas como Invex, Tala y PayJoy (paga con alegría), otras como Finsus ofrecen interfaces fáciles de usar para presupuestos y pagos, transformando así la forma en que los jóvenes y adultos jóvenes acceden y gestionan su dinero con flexibilidad y comodidad.
Estas apps simplifican y controlan los pagos, tanto si se trata de dividir una factura con un amigo como de comprar un libro por Internet.
3. Crear objetivos para ahorrar dinero
¿Tienes algo en mente? ¿Un concierto, un dispositivo o su próximo viaje? Ahorre empezando con un objetivo en mente. Ordena tu asignación mensual en necesidades, deseos y ahorros. Una fórmula básica 50-30-20 podría ser 50% para necesidades, 30% para deseos y 20% directo al ahorro.
Algunos incluso ofrecen herramientas en plataformas como Invex o Tala que te permiten crear objetivos de ahorro dentro de la propia aplicación. Ahorrar se vuelve más obvio y alentador, ¡como lo demuestra el llenado de tu barra de objetivos!
4. Conocer el valor del dinero.
Es fácil infravalorarlo cuando no ganas dinero para ti mismo. Intente trabajar como autónomo en Internet, dar clases particulares, cuidar mascotas o hacer pequeños trabajos. Esto aumenta tus ingresos personales, aumenta tu confianza y te permite valorar cada rupia que ganas y gastas.
Algunas aplicaciones, como PayJoy , permiten incluso métodos de pago variables, lo que ayuda a los adolescentes a comprender cómo funcionan los sistemas de micropréstamos o los pagos a plazos. Conocer esto a tiempo ayuda a prevenir errores financieros en el futuro.
5. Limitar el consumo impulsivo
A todos nos ha pasado alguna vez: buscamos en Instagram y luego hacemos clic en «Comprar ahora» en artículos que nunca habíamos pensado comprar. Pregúntate a ti mismo antes de comprar: ¿Lo deseo o lo necesito? Antes de hacer grandes compras, darse una regla de espera de 24 horas puede ayudar a ahorrar drásticamente gastos innecesarios.
Las aplicaciones como Finsus pueden proporcionar información sobre el gasto y alertas para ayudarle a controlar adónde va su dinero, permitiéndole así ser consciente y evitar que se vacíe su bolsillo.
Conclusión
Gestionar los gastos personales es más una cuestión de inteligencia que de rigor. Los adolescentes pueden hacerse cargo rápidamente de su dinero planificando, conociendo los pagos, utilizando programas como Finsus, Invex, Tala y PayJoy, y ahorrando deliberadamente.
Empezar pronto te ayudará a encontrar una vida financiera más sencilla cuando seas adulto. Recuerda que la gestión de lo que ya tienes determina más que tu nivel de ingresos.